El piloto italiano Giandomenico Basso firmó una vuelta heroica al ERC de la FIA al ganar en su casa, el Rally de Sanremo, que alcanzó un vibrante climax en las colinas de la pintoresca región de Liguria en el norte de Italia en la última tarde de competición.
Basso, doble campeón europeo, ha estado ausente del ERC esta tempoarda, pero se aseguró un acuerdo de última hora para participar en el penúltimo rally con un Peugeot 207 Super 2000 con su copiloto Mitia Dotta. Con los nuevos neumáticos Michelin PILOT Sport R30 por primera vez, Basso comenzó el último tramo aventajando a Bryan Bouffier en siete segundos. Cuando Bouffier se vio obligado a parar por un pinchazo, Basso se alzó con la victoria en Sanremo por tercera vez, y la cuarta para los 207 S2000 de Peugeot.
Estoy muy, muy feliz”, dijo Basso. “Llegué con la intención de ganar, pero llegué a pensar que no era posible porque no tenía buenas sensaciones con el coche, y sufría por ello. No obstante, hicimos algunos cambios en los amortiguadores y eso mejoró el rendimiento de los neumáticos. Cuando marcamos el tiempo más rápido en el octavo tramo nos dimos cuenta de que la victoria era posible. Hablaré con el equipo Munaretto para ver si es posible participar en Valais el mes que viene. Espero que este resultado me ayude a conformar un mejor programa en el ERC el año que viene”.
Basso no fue el único vencedor del fin de semana: Andreas Aigner se hizo con el título de la Copa ERC Production Car con el Subaru Impreza R4 STI con neumáticos Yokohama. Zoltan Bessenyey, por su parte, es el campeón del Campeonato ERC 2WD con el Eurosol-Honda Civic Type R después de una lucha cerrada con su rival y compatriota húngaro Kornél Lukács, que fue incapaz de conseguir los puntos necesarios para mantener la lucha por el título viva.
“Es algo muy, muy positivo y estoy muy feliz”, dijo Aigner, cuyo copiloto fue Barbara Watzl. “Sabía antes del fin de semana que este rally iba a ser muy duro, pero lo fue incluso más de lo que pensaba. El coche fue perfecto y los neumáticos Yokohama funcionaron muy bien, especialmente tratándose de la primera vez con los nuevos modelos”.
Bessenyey, quien estaba en la fiesta de cumpleaños de un amigo cuando se enteró de que había conseguido los puntos suficientes para ser campeón, dijo. “Ha sido una temporada muy buena, la he disfrutado mucho. Comenzamos el año sin conocer las carreras, la competición, el equipo ni el coche, pero paso a paso hemos ido mejorando. Gracias a todos los que nos han ayudado a conseguir estos resultados. Teníamos un coche muy fiable, un gran equipo y patrocinadores, y fuimos capaces de competir en todas las carreras gracias a esto”.
Mientras Basso celebraba su segunda victoria consecutive en Sanremo, la frustración embargaba al múltiple campeón italiano Paolo Andreucci, que dilapidó una cómoda ventaja cuando cometió un extraño error en el cuatro kilómetro del tercer tramo.
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